Delirio II

Creo que le cambiaré el título al blog… si, se tendría que llamar 0% creatividad, o la boluda a la que nada se le ocurre, o no se le ocurre nada a la boluda… (Vieron, ni siquiera puedo inventar un título de mentira gracioso). Comentoles (con muchos halls de mentol mal escribido) que sigo muy disgustada con mi cerebro… ya saben lo mismo de siempre. Pero esta vez fue peor… ya que se empacó y se mudó. Agarró su valija y desapareció… si, increíble… ¡una sola!... a mi en una valija no me entran ni los calzones, no es que tenga muchos, pero los uso muy grandes, es más cómodo, a mi me gusta que me lleguen un poco más arriba de la cintura… lo cual es una dificultad ya que, la mayoría de las veces, me quedan grandes, así que se me caen… y no tengo ganas de hacer una escena de exhibicionismo en ningún lado, (mi vieja mula ya no es lo que era… fue más fuerte que yo) pero, ya encontré la solución a este problema… tiradores… quedan re sesys y aparte vienen con varios motivos, anduve buscando de Bob Esponja, pero no encontré y me tuve que comprar uno de los tres chiflados… bue, ya´ta… pero eso desencadeno otro problema… Larry me empezó a acosar sexualmente… me miraba con cara de maníaco y lo peor es que nunca la cambiaba, jamás supe que estaba tramando… Me dio miedo cuando me fui a dormir… a ver si todavía me hacia algo y yo no me daba cuenta, encima no podía contar con que los otros dos me defendieran, tampoco tienen pinta de personas sanas…así que me saqué los tiradores para hacer noni… Cuando me desperté, tuve que empezar a buscar los calzones por toda la cama, y tuve pavor que no haya sido una casualidad si no una causalidad, claro el loco degenerado del tirador, entré en pánico, entonces agarre un par de pilchas y salí corriendo. Me fui a la casa de mi abuela, estábamos mirando una película de terror, (era malísima) y la vieja endemoniada me dice, me cagué… ¡que la parió!… como está media senil, no sabe donde guarda las chabombas, y no encontré ninguna, entonces tuve que prestarle una mia, pero la muy trola no quería ponérsela porque era muy grande, ella usa solo tangas… encima con pretensiones la nona, le di la pastillita (más precisamente cinco o seis) y la acosté en su cama (en realidad la dejé ahí, pero a veces lee esto, ¡hola abue! Te quiero mucho, seguro ya se olvidó, soy yo la hija de tu hijo)Observando a la anciana dormida, roncando, hablando dormida y expendiendo gases, interpreté que sería mucho mejor ser abusada por Larry, y me tomé el buque.
Regresé a mi humilde morada, y ahí estaba él, llorando en mi puerta, con su valija. No pude evitar hacerme la ofendida, trató de convencerme diciéndome que el siempre sería mío, que aunque no funcionara muy bien, me amaba y que sabía que yo a él también. Una lágrima negra rodaba en mi mejilla, no esperen la negra soy yo, supongo que era traslucida, si era verde fue un moco, no me acuerdo bien. Pero lo importante es que me conmovió, y corrí hacia sus brazos, en ese momento veo a la perra de mi vecina, con el perro que se le había escapado, el canino totalmente desquiciado y fuera de control agarró a mi cerebro que estaba todo indefenso y lo masticó hasta dejarlo casi inservible. Cuando, por fin, pudimos sacárselo de entre los dientes. El pobre casi no sobrevive al feroz ataque, le lavé un poco la baba y lo metí de nuevo en su casita. Ahora definitivamente funca menos que antes, pero por lo menos lo tengo conmigo.