Si ustedes entienden mal...

Muchas cosas no son lo que aparentan. Pequeña historia (primero lean todo y después vean los vínculos):

Me levanté en la mañana, y en mi habitación había un olor extraño, inconfundible. Era un aroma exuberante. Sin duda alguna era olor a Pitanga, delicioso. Inevitablemente eso me dio ganas de chunguear un buen rato. Pero se me hace que mi compañero tiene la pandorga oblonga y no se si le va a levantar. Después de todo más que pandorga, por su forma y tamaño, podría llamarse tranquilamente piton.
Era muy temprano, y me asome a la ventana, cuando escucho que mi acompañante me dice: “¡que buen orto!”. Le contesté que no podía ser de otra manera, y me pidió que le ayudara a sostener la verga . Quise complacerlo, pero era muy grande y pesada, así que mi fuerza no alcanzó para poder pararla. Me dieron ganas de mandarlo al carajo, pero me acarició la gorja, con cariño, y me quedé contenta. Pero, en realidad, yo quería ver el culebron.
El sabía que mi gran sueño era agarrar una buena chota, y que me ponía loca al ver su pijota; Yo me daba cuenta que a él se la caía la baba cuando veía una concha. Pero justo ese día teníamos un velorio, y por más que queríamos gozar de un gorigori, nos daba mucha vergüenza, ya que alguien podría oírnos.
Es un cojonudo, y eso me encanta. Debo reconocer que a veces soy un poco conchuda, y que no le agarro el pingo, cuando me lo pide. Pero es obvio, porque el quiere siempre empernar a toda costa. Sin duda le encanta que le manosee el chongo.

Bueno es cortita, porque se me terminaron las palabras, las ganas y el tiempo jejeje. Espero que ninguno haya sido mal pensado.

PD: Belén, dejá de reirte y antes de decir que soy tremenda, mirá el significado de las palabras. Para que veas que soy una mujer culta (jejeje volaré oh oh!)